miércoles, octubre 17, 2007

¿Joan Miquel o Juan Miguel?


Anoche fui una de las más de 4 millones de personas que siguieron por televisión "Tengo una pregunta para usted". Y digo "personas" porque después de ver la tercera edición de este afamado programa de TVE 1 prefiero generalizar por desconocer cómo preferirían llamarse el resto de telespectadores: ciudadanos españoles (a secas), españoles pertenecientes a la comunidad/país/región/nacionalidad XXX, residentes del Estado español, integrantes del pueblo español, miembros de la comunidad internacional... Hay que reconocer que en los últimos años Televisión Española ha dado un giro como de la noche a la mañana, tanto por la programación como por los contenidos de la misma; "Tengo una pregunta para usted" es un ejemplo más de servicio a la ciudadanía, un intento de acercamiento directo de la clase política a la opinión pública y viceversa...
Sin embargo, ayer, escuchando al Sr. Gaspar Llamazares Trigo (IU), al Sr. Josep Antoni Duran i Lleida (CiU) y al Sr. JOSEP LLUÍS Carod-Rovira (ERC), pude reforzar mi opinión sobre cada uno de ellos. Es en ese cuerpo a cuerpo, en esa predisposición (o no) a contestar las preguntas que hacen los ciudadanos donde se demuestra la categoría y la coherencia ideológica de los políticos que "velan" por nuestros intereses.
Pues, bien, del primero sólo pude corroborar lo que me ya temía: a pesar de ser un líder (?) con buenas intenciones, fue incapaz de dar la talla y pasó prácticamente desapercibido; no hay que confundir el izquierdismo con el extremismo-radicalismo y no debería olvidar esta máxima cuando, por ser minoría, trata de llamar la atención para encontrar su minuto de gloria como hacen la mayoría de sus "camaradas" en otros ámbitos por delirios de grandeza. El Sr. Llamazares es víctima de sus propias contradicciones.
Del Sr. Duran i Lleida, que siempre he tenido por un político cabal y moderado en sus planteamientos, me asombró la actitud con tintes de intolerancia que tuvo para con la ciudadana inmigrante a cuento del velo islámico. Probablemente la subconsciencia le jugó una mala pasada y dejó entrever el nacionalista excluyente que lleva dentro. Y es que a un inmigrante que acaba de llegar a nuestro país no se le puede exigir por ley que se integre en nuestra cultura de la noche a la mañana... ¡Y así quiere ser ministro del Gobierno de España!
¿Y qué decir del Sr. JOSEP LLUÍS Carod-Rovira? La joya de la Corona, vamos... Republicanamente hablando, eso sí, para no ofender. Lo dicho para los anteriores es válido para JOSEP LLUÍS. No soporto su victimismo y la manera airada con que trata a los que creemos en la España diversa y plural que él mismo proclama (y la Constitución refleja en su texto) pero que no es capaz de reconocer por miedo a perder cuota electoral, al igual que hacen otros quijotes del nacionalismo que buscan lo que nos separa más que lo que nos une. Si es que no hay peor sordo que el que no quiere oír...
Estamos de acuerdo conque el nacionalismo español, la defensa a ultranza de la Nación española sin contar con el pluralismo en todos los sentidos que la componen, el interés de la derecha por descaspar la idea de "la unidad de destino en lo universal", etc., pueden llegar a ser contraproducentes para la convivencia pacífica en lo que hoy se configura constitucionalmente como ESTADO ESPAÑOL. Pero cada vez veo más clara la sintonía entre el nacionalismo español y los nacionalismos (independentistas o no) "periféricos", estoy cada vez más seguro de que en el fondo se necesitan mutuamente para reforzar sus postulados políticos. ¿Cuándo se darán cuenta del flaco favor que hacen a nuestra convivencia pacífica?

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