jueves, noviembre 01, 2007

La memoria histórica del 11-M


Hoy habría mucho que decir, mucho que reflexionar, mucho que reprochar... Pero, por respeto a las víctimas del atentado terrorista más sangriento de nuestra historia, es preferible limitarse a mostrar nuestro apoyo a sus familias, a recordar y no olvidar, a afianzar nuestro compromiso por la paz y nuestra repulsa contra la violencia, cualquiera que sea su origen.

2 comentarios:

Juan Antonio Doncel Luengo dijo...

Cualquier atribución, a un juicio penal, de funciones adicionales a las de condenar al culpable y absolver al inocente, es en mi opinión un truco argumental, un uso torticero de lo judicial.
Quiero decir que tampoco veo bien la actitud de quienes espesan su boca con la idea de que el juicio ha puesto las cosas en su sitio, puesto que esa finalidad no sólo no corresponde a un proceso, sino que ni siquiera tiene tal capacidad. La verdad es la verdad. Cualquier adjetivo la especializa, es decir la parcela. Ésta es la verdad judicial. Que contribuye a la VERDAD, con mayúsculas. Unos fanáticos islamistas que nos odian a todos por considerarnos corruptos mataron de la forma más aleatoria posible a 192 personas normales creyendo que recibirían la recompensa del paraíso por ello. Confío en mi país para que me defienda frente al terrorismo. Sé que puede que esa defensa no consiga salvarme, pero sí que es la mejor posible.

Juan Miguel Méndez Peña dijo...

Precísamente por ese motivo no he querido meterme en harina... Es por ello por lo que también me sentí más identificado con la declaración institucional del Presidente del Gobierno nada más conocer el contenido de la sentencia.

Sin embargo, no estoy de acuerdo contigo en tildar de "truco argumental" la interpretación o exégesis una decisión judicial que entierra para siempre la 'teoría de la conspiración' que tan burdamente inventaron para seguir manipulando, y en la que el mismo presidente del tribunal declara, entre otras cosas: "ninguna de estas pruebas avala la tesis de la colaboración de ETA".

Es cierto que la sentencia del 11-M es la verdad oficial, que contribuye a la VERDAD con mayúsculas. Y de ahí no deberíamos desviarnos. Sin embargo, también hay que tener presente que uno no puede seguir poniendo la otra mejilla cuando le están dando tantas bofetadas desde casi 4 años.

Este hecho -la manipulación y la desunión de las fuerzas políticas-, unido al interés electoralista por parte de quienes todos sabemos por mantenerlo, es lo que nos hace ser aún más vulnerables ante la amenaza terrorista... La Historia les juzgará mejor.