jueves, febrero 21, 2008

¿Quién me mandaría a mí?

Anoche no pude conciliar el sueño. Y es que en la tarde de ayer, después de la cansina insistencia de varios amigos y compañeros, decidí armarme de valor y hacer algo que no había hecho antes en mi vida: asistir a un mitin del Partido Popular en Cáceres en el que intervino el Sr. Eduardo Zaplana, el de los 1.000 trajes de Armani. Efectivamente, fue mi "primera vez" (y no sé si la última), puesto que puedo "presumir" que hasta ahora nunca había acudido a un acto público de estas caracterísicas que no fuera del Partido Socialista Obrero Español.

El acto 'popular' se celebró en el Complejo Cultural San Francisco, el lugar histórico donde Alfonso Guerra anunció su dimisión como Vicepresidente del Gobierno (allá por 1991) y donde hace algunos meses se celebró por todo lo alto el acto académico de graduación de la XXX Promoción de la Licenciatura en Derecho de la UEx a la que pertenezco. Pero como era de esperar, después de anoche para mí este lugar ha perdido todo el encanto.

Con lo clásico (pijo, vamos) que siempre dicen que visto, este día iba con mi indumentaria más "proletaria" y con mi pin de la rosa en la solapa. Nada más entrar en el recinto con Juanan, enseguida me avistaron varios 'conocidos' de NN.GG.: Nacho Clemente, Manolo Vega, Jorge Carrasco... Este último se llevó las manos a la cabeza diciéndome: "¡No me lo puedo creer! Esto no significará nada, ¿no?". "No, no, os váis a quedar con las ganas porque no pienso en votaros; sería lo último que hiciese en mi vida. He venido simplemente a escuchar...", les tranquilicé. Y amablemente me invitaron a entrar en el auditorio, según ellos "lleno a rebentar", en el que no debería haber más de 500-600 personas. Al final tuvimos que subirnos al coro porque las grandes columnas del auditorio nos impedían ver a los oradores, a pesar de que se sus "ladridos" se escuchaban estruendosamente por los altavoces que había instalados en el atrio. Y allí estuve aguantando estoicamente, junto a otros compañeros que, como Olivia, nos preguntábamos por qué éramos tan masocas... Después supe que otros compañeros como Javi, Paco y Roberto, también estuvieron presentes en el acto.

El plantel de intervenciones era de lo más esperpéntico y valleinclaniano: José Diego, Laureano León, Carlos Floriano y Eduardo Zaplana. El público ocupaba todas las lujosas butacas de terciopelo rojo y un pequeño grupo que se quedó sin asiento decidió agolparse en la entrada principal para dar esa sensación de "llenazo"; en la primera fila se encontraba la plana mayor del PP regional, observando al orador de turno que cuando subía al estrado era aplaudido a rabiar por el equivalente a la "Grada Joven" del PSOE, en este caso formado por un puñado de jóvenes con su pecular facha 'pepera', un grupo de señoronas cincuentonas (alguna, sesentona) recién salidas de la peluquería, algunos niños/as que no llegaban a los 14 años de edad y otros hooligans que aplaudían a rabiar y que, en mi opinión, muchas veces no eran muy conscientes de por qué lo hacían.

Evidentemente todos debían sentirse como en casa en tan histórico y eclesiástico lugar... Los oradores subían al "púlpito" para echar sus "sermones" que cada vez parecían más monólogos de "El Club de la Comedia" con el estribillo de siempre: que si el ojo tuerto de Solbes, que si el terrorismo de ETA, que si los de la ceja de Zapatero, que si el "efecto llamada" en política de inmigración, que si el tripartito de Cáceres, que si canon digital para arriba, que si canon digital para abajo... Me impactaron una vez más las clases magistrales de economía política del Dr. Floriano, teorías que la mayoría de los extremeños le impedimos aplicar en la región y que ahora él se niega a enseñar en la Facultad de Derecho por irse a Madrid; con ese porte, con esa gracia divina que le caracteriza, no se sonrojó echándole piropos a Rajoy y a Zaplana, calificándoles de "honrados" y de "políticos preparados"... Como decía nuestra Rosa Conde, "no comments"...

Pero sin duda, me quedo con la intervención de Zaplana, esa que por la noche me impidió conciliar el sueño. El "campeón", llamó a José Luis Rodríguez Zapatero "mentiroso" y dijo que alguien que miente "no merece estar en el Gobierno"... ¿Es la lección que ha aprendido esta legislatura en el frío político de la oposición? El ex-Ministro de Trabajo del Gobierno del "Decretazo" tuvo la desfachatez de pedir el apoyo de los trabajadores y los pensionistas diciendo que el PP "es la única garantía" de que la economía "marche bien". Y entre gritos e insultos a Zapatero de militantes exacerbados (según mis fuentes, algunos eran de Carrascalejo, el pueblo del "Dictador de La Jara" y ahora 'número dos' del PP por Cáceres), el Sr. Zaplana se presentó como si se tratara de una víctima de la crispación política que ellos mismos han promovido estos cuatro años sin el menor escrúpulo.

Y como no tenía estómago para seguir allí, nos fuimos. Ya había escuchado demasiadas tonterías esa noche de la boca de cuatro cínicos y demagogos (Y MENTIROSOS DE VERDAD). Y después de todo he aprendido la lección: al igual que el consumo de drogas, no es necesario asistir a un mitin del PP para saber que es perjudicial para la salud mental...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Soy Paco Juanmi, me parece muy bien que decidieras ir al mitin del PP ya que creo que aunque se tengan las ideas tan claras como tu las tienes se debe escuchar a los demás para poder criticarlos de manera más constructiva.
Ya sabes que yo siempre soy crítico con el PSOE y con su política hacia nuestra tierra, que no es que me parezca mala, pero si considero que debería mejorar.
Sin embargo quiero mostrar mi apoyo hacia un gobierno de izquierdas, hacia un gobierno que luche por los más humildes y hacia un gobierno que cree en los derechos de TODOS.
Un saludo Juanmi y nos vemos esta tarde noche viendo a Felipe.
Se despide un REGIONALISTA del CREX-PREX.

Juan Miguel Méndez Peña dijo...

Amigo y compañero Paco: Yo creo que fue un acierto, porque ya he tenido ocasión de demostrar en más de una vez que se puede discrepar, pero siempre dispuesto a escuchar las "razones" que alega el adversario político. Pero, lamentablemente, estamos dando con intransigentes que se creen en posesión de "la razón" absoluta y que aún están a años luz de nosotros en cuestiones de respeto y "talante" democrático.

Por lo demás, estoy completamente seguro de que el 10 de marzo volveremos a tener un gobierno socialista. Si por casualidad consiguiéramos nuestra anhelada mayoría absoluta, no tengas la menor duda de que aún así desde el PSOE se seguirá escuchando; de eso se trata, que la mayoría no abuse y que la minoría no trate de imponerse. Esa es la mejor manera de que todos nos entendamos un poquito mejor.

Al final no te vi en el mitin de Felipe. Entre tanto gentío... No obstante, estuvo magistral. Ya hablamos más detenidamente.

Un abrazo y suerte en el pleno de la semana que entra.