martes, febrero 19, 2008

"Al que asome la cabeza, duro con él..."

Fidel Castro, todo un icono del siglo XX y de los umbrales del XXI, renuncia a seguir dirigiendo el destino de Cuba. Destino, si es que lo tiene, después de cinco décadas sumido en un régimen político y económico en vías de extinción en todo el mundo: el comunismo.

El líder de la Revolución Cubana ya había pasado a un segundo plano hace un par de años por su delicado estado de salud. Sus seguidores le recordarán por la puesta en marcha de un programa de desarrollo y de universalización de derechos (educación, vivienda, sanidad...) para erradicar las desigualdades sociales, a través de un sistema económico sólo antes aplicado en los países comunistas y de una postura en el contexto internacional de beligerancia contra el capitalismo atroz que promueve Estados Unidos. Sus detractores, que no le echarán en falta precisamente, le consideran un dictador soviético en toda regla, un tirano que tras la Revolución traicionó y sumió al pueblo cubano en la más absoluta miseria y que se atrincheró en un régimen autoritario que vulnera los derechos humanos, que comete crímenes políticos y que elimina cualquier intento de disidencia.

Fidel Castro, con su luenga barba y con uniforme de Comandante en Jefe, sobrevivió con firmeza casi dos décadas al fervor de la Perestroika, manteniéndose a flote en su pequeña y frágil canoa agitada por las turbulencias del gran océano, capitaneándola desde su proa mientras fumaba un Cohiba con la lozanía que le caracterizaba. Mientras, el pueblo cubano se divide entre quienes lo defienden a ultranza como si de un dios se tratara y quienes sufren su intransigencia y se enfrentan a él. Muchos son los que tienen que huir por ello, dejando el pequeño reducto "galo" aún no ocupado por el imperio y refugiándose en el extranjero. Ahora en Miami todo el mundo ha estado pendiente de un Fidel medio moribundo, en manos de los médicos, portavoces, ventrílocuos e intérpretes de un régimen que se resiste a desaparecer; Fidel se va, pero mucho me temo que Cuba tardará aún en ser libre...

Este es, pues, mi particular "homenaje" a todos aquellos que siguen escrupulosamente al pie de la letra las doctrinas políticas y que con el tiempo se erigen en guardianes de las esencias de una ideología, atacando a todo aquél que discrepe lo más mínimo y abusando de un poder que se esfuerzan en mantener a toda costa para la satisfacción de su ego... A estos, en mi pueblo, se les denominan "DICTADORES" y siempre ocuparán, para bien o para mal, un destacado lugar en la Historia.

A pesar de que no me gusta el "culto al líder" y de que se me viene a la cabeza la letra de "Duro con él, Fidel" (de Carlos Puebla), concluyo recordando las palabras del capitalizado Ernesto Che Guevara: "Pero la juventud tiene que crear. Una juventud que no crea es una anomalía realmente" (Discurso en el segundo aniversario de la integración de las organizaciones juveniles revolucionarias, el 20 de octubre de 1962).


¡HASTA SIEMPRE, COMANDANTE!

2 comentarios:

Juan Antonio Doncel Luengo dijo...

Tu tendencia a la frase hecha te juega constantemente malas pasadas: al final de tu texto aparece un enigmático e incoherente "A estos, en mi pueblo, se les denominan "DICTADORES" y siempre ocuparán, para bien o para mal, un destacado lugar en la Historia", en que sobra la expresión "para bien", si atendemos al mensaje que pretendes, o directamente entera en cualquier otro caso.

Juan Miguel Méndez Peña dijo...

Sabes, querido profesor y amigo, que suelo medir muy bien las palabras en el blog y que todo tiene su por qué. Pero en esta ocasión no había deparado bien en que el sentido de la enunciación a la que aludes podría tener distintos significados dependiendo de quién lea el post. No obstante, dejo constancia de que el sentido es el que es y no va dirigido a nadie en particular.

Si bien a veces abuso de la "frase hecha" para no agobiar a quien me lee con mi habitual grandilocuente (y a veces criticada) verborrea escrita, en esta ocasión LO HE HECHO CON TODA LA INTENCIÓN. Debo reconocer que me paré un rato a pensar cuando escribí esa frase: es cierto que un DICTADOR nunca lo es "para bien"; pero quizás habría que reflexionar sobre si la figura del personaje en cuestión tenía su "razón de ser" a finales de la década de los 50 y sobre si "su gesta" contribuyó a liberar verdaderamente al pueblo cubano de la opresión a la que estaban sometidos...

Reitero: estoy en contra de TODAS las dictaduras. Pero tampoco niego que D. Fidel Castro ha jugado un papel importante en Latinoamérica y en el mundo, PARA MAL (crímenes políticos, crísis económicas, persecuciones a disidentes...) y PARA BIEN (esto en el caso de los anti-Bush, los que combaten el capitalismo atroz y los que defienden los derechos de los más desfavorecidos...).

En cualquier caso, respeto a quienes le idolatran y a quienes usan su imagen como si la de un Cristo del siglo XXI se tratara. Yo, no obstante, estoy con aquellos que sufren la persecución de un régimen totalitario como es el que ha instaurado Fidel.

Gracias por tu apreciación. Un abrazo.